MI BLOG

Hola, bienvenidos a mi blog.

Este es mi rinconcinto, en el que no hablo de política, ni de religión..... ni de temas espinosos.
Solo lo uso, para contar mis ilusiones, mis sueños, mis tonterías, mis momentos, mis fantasías .... según me dé. Mis días buenos y mis días malos.
Algo distinto..... en el que me expreso, tal y como soy.

Espero que os guste.

lunes, 27 de octubre de 2014

DECEPCION


   Hace mucho que no escribo, y hoy realmente lo necesito. Esta ha sido mi medicina mental durante mucho tiempo, y dejar de tomarla, me está haciendo estragos.

   Escribir, liberar lo que tengo dentro... mis sueños, mis penas, mis pensamientos, mis miedos.

   Durante mucho tiempo dejé de escribir libremente, porque hay demasiada gente que me conoce ya, y luego me piden explicaciones. Explicaciones por sentirme mal, explicaciones por no portarme bien, explicaciones por todo. Y estoy cansada de estar toda mi vida dando explicaciones.

   Si me porto mal, ¿que?. ¿A cuantos de los que leen les han dado la santidad?. Si me siento mal ¿que?..¿no puedo?... Acaso los demás no se equivocan??? Solo soy yo?.

   No, todos nos equivocamos. O quizás no nos equivocamos, pero hacemos en cada momento lo que queremos. Y punto peloto. Pero yo... como que tengo que ser buena. La niña buena.

   Toda mi puta vida he sido la niña buena. Hasta que me harté e hice lo que toda la vida había evitado... abrir la dichosa caja de los truenos. Sí... la abrí... Sin darme cuenta que esa caja una vez abierta, ya no podría cerrarla jamás.

   Esa caja me ha dado momentos inolvidables... pero también lágrimas. ¿Y que?. Abrirla me recordó que seguía estando viva, que no era un jarrón en el salón... ni una muñequita buena y ordenadita a las órdenes de los demás.

   NO. No era ni soy un jarrón, soy una mujer. SI. Una mujer que a veces hace y desea lo que todo el mundo. Solo que en algún momento dado, le he echado valor para hacer lo que me ha salido de los mismísimos. Como mucha gente... por cierto, sí. Y lo mejor, es que no me arrepiento de nada en absoluto. DE NADA.

   Pero parece que no debo salirme del camino. Noooo.... debo seguir siendo siempre... durante toda mi vida... hasta que me muera aunque sea de asco... la nenita buena, la trabajadora, la obediente, la que evita los conflictos, la amiga de mis amigos, incluso de esos que pasan de mí como de la mierda. Y estoy cansada.

   La vida da muchas vueltas, y en una de esas vueltas, yo he retrocedido en el tiempo unos cuantos años. Pero no para que me desaparezcan las arrugas, sino porque he vuelto a aquella etapa, en la que me pasaba el tiempo trabajando. Todo el santo día trabajando y sin tiempo para respirar. Agobiada por el trabajo, por la casa, por las obligaciones con mi hijo... Sin tiempo para reirme con mis amigas, que van peor que yo. Sin tiempo para volver a sentirme viva, y sin tiempo si me descuido, ni para follar. Sí... follar. Aunque quede poco fino, lo digo como lo siento.

   Y lo peor de todo , son las cosas que veo de esas personas para las que siempre he estado, pero que ahora, es como si no existiera, por el simple hecho, de que no insisto ni voy detrás.

   Entonces me paro a pensar, y me doy cuenta, de que en el momento en el que dejo de darlo todo, por las circunstancias de la vida... En el momento en el que dejo de ser la ronriente y simpática.. la que siempre está para los demás... a los demás, les importa un verdadero rábano.

   Y entre medias otras cosas, que se cruzaron en mi camino hace tiempo y que hacen mas que daño, y que en realidad, estoy tan decepcionada, que no merece la pena ni nombrarlas.

    Al final, lo que mas me duele de todo, es sentir la decepción ... DECEPCION en mayúsculas, con personas por las que habrías puesto la mano en el fuego.

    Esas personas que siempre has pensado que eran especiales, que eran amigos, que eran verdaderos caballeros.. y NO. Eso no existe. A estas alturas, ni amistades ni nada. Realmente, hay pocas personas que realmente son como dicen ser. Pocas.

    Será que tengo un mal día... no sé... pero es como si mi mundo, de una se estuviera estrechando y haciendose pequeño. Y puede que la culpa sea mía. Mia... por confiar en las palabras de los demás. Mía por ser demasiado responsable. Mía , por ser demasiado buena. Mía, porque me educaron para intentar cumplir siempre con lo que digo. En definitiva.. mía.

     Gente que te utiliza una y otra vez, en nuestro día a día, en nuestro trabajo, en nuestro entorno, en todos sitios.

      Y estoy cansada... de verdad. Ojala y fuera una cabrona, una borde, una verdadera capulla. Ojala y aprendiera a tratar a los demás como me tratan a mí. Pero soy de la vieja escuela, y me enseñaron que a los demás hay que tratarlos , como te gustaría que te trataran a tí.

      Bueno... somos que somos... pero nadie es perenne. Yo tampoco. Y el día que digo de olvidar, lo hago para siempre.

      Hablar sola no viene mal de vez en cuando...